Título: “El último lobo” (Le
dernier loup). Coproducción: Francia-China.
Dirección y guión: Jean-Jacques
Annaud. (también productor). Basado en la novela de Jiang Rong
Reparto: Shaofeng Feng, Shawn
Dou,Ankhayam Rangchaa, Baoyingexige.
El director francés Jean
Jacques Annaud, un director especializado en sacar enorme partido a
los escenarios naturales, se alía con el gigante asiático y elige en esta ocasión una historia real
que inspiró a su autor, Jiang Rong, para escribir una novela que se
convirtió en un best seller, con fin de conmovernos como ya hizo en
“El Oso” (1988), una de sus obras maestras. Poco antes, Annaud
había logrado otro gran éxito mundial adaptando con brillantez “El
nombre de la rosa” (1986), la novela homónima del erudito Umberto Eco. Su
capacidad para adentrarse en la naturaleza salvaje y en la forma de
interactuar con ella de ese animal llamado “humano” y que, sin
duda, es el mayor depredador y el ser vivo más despiadado que existe
sobre la faz de la tierra para con el resto de especies que la
habitan (y también con sus propios semejantes, como también queda
reflejado en la historia que se nos narra), es algo que este director
ya demostró ampliamente con “En busca del fuego” (1981), otro de
sus trabajos destacables.
Annaud, es un director
que cuida mucho cada escena, cada plano, para regalar al espectador
momentos de gran belleza y hermosura. Es por ello que, dentro de su
filmografía, nos obsequia con una película cada tres o, a veces,
cinco años. En “El último lobo”, y como ya he dicho, con “El
oso” como referente, nos está contando una historia que engloba a
su vez varias. Por un lado, el código ético y la inteligencia de
los propios lobos de la estepa de Mongolia, respetados por sus
habitantes, pues del equilibrio entre humanos y animales depende la
supervivencia de ambos ayudándose mutuamente. Por otro lado, la
irrupción de la ambición humana a través de otro grupo de
individuos ajenos al hábitat y, por tanto, desprovistos de la ética
y del respeto al sistema de vida que permitía ese equilibrio, será
el desencadenante de toda una serie de acontecimientos dramáticos no
deseados.
“El último lobo” es
una película estéticamente muy hermosa. Con una espléndida
fotografía y una bella partitura del gran compositor James Horner
(que siempre se permite esa pequeña broma de repetir un acorde que
pueda ser cazado por el cinéfilo en todas sus películas, ese famoso
“parabaraaa...”). El lobo es un guerrero (dice uno de los
personajes, el mayor y más sabio), y prefiere morir con honor
peleando o quitarse la vida antes de ser asesinado de forma
deshonesta, sin que pueda defenderse. Tiene ese mismo código de
honor de los antiguos samuráis. La relación de amistad entre hombre
y lobezno, también tendrá un lugar importante en la historia que
Annaud nos narra, y será ésta una de las que más momentos de
emoción proporcione al espectador.
Sin ser una obra tan
redonda como “El oso”, “El último lobo” nos revela a un
maduro Annaud ya con mucho oficio narrativo y de autor a sus
espaldas, que como buen francés, se ha convertido a sus setenta y
dos años, en un director visual y estéticamente “gourmet”,
que sabe componer cada escena de una manera exquisita como cineasta.
Todo el filme va
revestido de un aura fantástica y de leyenda que lo entronca además
con esa faceta que tanto gusta en el cine asiático (mezclar sus
tradiciones y leyendas con lo fantasioso), algo que cineastas como
Chin Siu-Tung con su “Una historia china de fantasmas” o Ang Lee
con sus “Tigre y dragón” o la más reciente“La vida de Pi”,
han sabido hacer tan bien, amén de lograr conjugar esa magia tan
especial de oriente con escenas de acción espectacular. Ésto lo
hace también Annaud, pero con un estilo más europeo y sin tanta
pirueta visual, como gusta a los directores asiáticos para
lucimiento de los creadores de efectos especiales.
Sin duda, el cine de
este director galo tiene la virtud de no dejar indiferente y de
mostrar un buen nivel de calidad. Si bien “El último lobo”
carece de la majestuosidad y efectividad narrativa de obras suyas
como “Enemigo a las puertas” (trabajo en el que la épica, la
acción, y el alarde visual se coordinaban de forma equilibrada para
componer una obra maestra dentro de su filmografía), aquellos
espectadores que gusten de su peculiar estilo y adoren las películas
sobre animales en estado natural y salvaje, no deberán dejar pasar
la oportunidad de disfrutar este filme. El cinéfilo que demanda un
buen nivel de calidad, tampoco saldrá defraudado. Quizá sea el
cinéfilo más exigente y crítico (como es mi caso), por haber
seguido su carrera y llevar visto ya mucho cine a sus espaldas, quien
habría esperado más de un director que es posible que ya haya
tocado techo en su trayectoria. O quizá no...quien sabe.
Gonzalo J. Gonzalvo
Escritor y crítico de
cine.
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