jueves, 15 de octubre de 2015

Crítica "El hombre irracional" (Irrational man) de Woody Allen.




Estimados amigos/as y lectores/as:


Desde hace ya casi cinco décadas, Woody Allen (uno de los directores más prolíficos) no falta a su cita anual (a veces con  sólo unos meses entre filme y filme estrenado). Ahora nos llega su último trabajo con este "Irrational Man". Después de un periodo con altibajos y obras menores, pero también con excelentes películas (como "Midnight in Paris o "Blue Jazzmine"), el cineasta y clarinetista neoyorquino vuelve a tomar la batuta cinematográfica para inundar la pantalla con su ingenio, inteligencia y ese irónico sentido del humor que le caracteriza. Aquí va mi artículo sobre ésta interesante película que os recomiendo a todos/as. 





Director y Guión: Woody Allen
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Emma Stone, Jamie Blackley, Parker Posey, Ethan Phillips, Julie Ann Dawson, Mark Burzenski, Gary Wilmes, Geoff Schuppert, David Pittu, Steven Howitt, Kaitlyn Bouchard, Ana Marie Proulx, Kate McGonigle, Tamara Hickey.

Calificación: 4 *

De nuevo el viejo maestro Woody Allen parece rejuvenecer y reverdecer cinematográficamente al igual que el protagonista de su historia, y nos entrega con esta "El hombre irracional", una excelente obra. Bien es cierto que el sentido de la culpabilidad, el crimen y el castigo (como en la obra del inmortal Dostoievski), son temas que ya habían sido explorados con acierto por el cineasta neoyorquino en sus excelentes " Delitos y Faltas " (1989), "Misterioso asesinato en Manhattan" (1993), y especialmente, en "Macht Point" (2005) y en la hace unos años protagonizada  por Colin Farrell: "El sueño de Cassandra" (2007).
  En este "El hombre irracional",  Allen vuelve a reflexionar sobre la existencia humana y sus motores vitales (los placeres mundanos , el sexo, y la sensación de felicidad y plenitud que ello conlleva) con una finura, ironía y sutilidad sublimes.
  Combinando drama, suspense y comedia, como en la vida misma, el azar lleva al protagonista del filme, (un  profesor de filosofía deprimido y al borde del suicidio) a dar un giro radical a su vida; hallando de nuevo una felicidad, un bienestar y, sobre todo, un nuevo sentido a la misma, a través de un hecho, "a priori" , moralmente reprobable tanto para él como para el público: el asesinato. ¿Qué está realmente bien y qué está mal éticamente? El dilema moral qué plantea la película todos nos lo hemos planteado a menudo: ¿No estaría el mundo mucho mejor si, de un plumazo, pudiésemos eliminar a todos los violadores, narcos, dictadores sanguinarios,asesinos en serie y pederastas...? Evidentemente, la respuesta es obvia. ¿Quien no haría eso, si pudiera, sin correr riesgos..? Ahí está el meollo de la cuestión y la inmediata empatía e identificación del público con el protagonista.  
  Con un guión brillante e inteligente (marca de la casa Allen), el director nos conduce con maestría, al igual que a su protagonista (un estupendo Joaquín Phoenix) por una senda de sensaciones y reflexiones tan vitales como humanas. Emma Stone consolida aún más su espléndida carrera y brilla también con luz propia en el papel de alumna que se lía con ese profesor vulnerable al que admira y desea cuidar y proteger; una mujer joven, guapa e inteligente con una madurez mental superior a su edad física. La música, con una maravillosa banda sonora de jazz ( como no podía ser menos) y una espléndida fotografía que (como ya es también habitual) enmarcan y ensalzan toda esta historia fílmica pergeñada por el director judío de las gafas de pasta,  terminando de redondear un filme magnifico, brillante en su planteamiento y ejecución, donde todas las piezas encajan como un perfecto puzle de ese caleidoscopio de humanidad. Y, como siempre, el azar juega una baza importante e imprevisible (al igual que ocurría en la película Match Point con ese  crucial anillo) en la trama. 
  A ese mismo azar le debemos todos nosotros sin duda estar aquí; así como poder disfrutar del cine y de las obras de un veterano cineasta como Woody Allen que, en este último trabajo, se posiciona de nuevo como uno de los directores contemporáneos más brillantes e inteligentes, no solo del panorama actual, sino de las últimas cuatro décadas de la historia de ese arte visual narrativo que llamamos CINE.

Gonzalo J. Gonzalvo
Escritor y Crítico de cine


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